UN REGRESO. ESTRENO 12 TEMPORADA
Muchos pensaréis lo de siempre: los fantasmas no existen, es todo una mentira, una trola para que no nos de miedo la muerte, el río donde todos acabamos, sin contar la edad, el dinero, ni nada.
Pero yo lo he vivido, no en mis propios huesos, pero relataré la historia que cuentan que le pasó a mi tío abuelo, fallecido en la cárcel en 2004.
EL DESPERTAR
Quizás ya es demasiado tarde para cambiar. Quizás no lo debería haber hecho…
Yo era una persona normal. Nada de malos rollos, hasta que un día unos amigos me dijeron de realizar la ouija en el cementerio del pueblo (éste está algo alejado del pueblo)
Yo acepté. Esa noche nos dirigimos al cementerio, un lugar oscuro, lleno de cadáveres en descomposición o directamente huesos de gente que ha estado igual o mejor que tú.
Éramos 4, contándome a mí. Nos sentamos en el centro del cementerio, justo al lado de un árbol.
Empezamos con las típicas preguntas que se hacen: ¿Quién eres?, ¿Eres bueno o malo? ¿Me voy a morir?....
No contestaba, hasta que de repente el vaso comenzó a moverse sólo:
“Molestar a los muertos es pecado. Me llamo Jack Norst”
Nos quedamos sin palabras y con un escalofrío por todo el cuerpo.
Siguió hablándonos:
“Nos os asustéis, sois jóvenes pero sabrosos para que los gusanos se os coman.”
Una de las personas que estaban en la sesión, Ana, se fue corriendo pero al salir del cementerio, un grito desgarrador se oyó….
“Si os vais, será peor”
Nada podíamos hacer, solamente esperar a que el ser de otro mundo nos dejase.
“Imposible, no os dejaré hasta que perezcáis.”
Nos leía nuestros pensamientos, uno de nosotros, de un arrebato tiró la ouija al suelo y el vaso salió volando. Cuando el vaso iba a caer, inesperadamente cambió su rumbo y como si alguien lo llevase se dirigió hacía la cabeza de Oscar (era el que había tirado la ouija). Oscar intentó huir, pero el golpe fue mortal, cayó fulminado. La cara se le lleno de sangre y sus ojos se cerraron al irse su vida.
Quedábamos 2, yo y Héctor. La puerta del cementerio se cerró, estábamos encarcelados.
Empezamos a oír unos leves ruidos que pronto fueron aumentado de intensidad. Provenían de una tumba, un nicho. La lápida se empezaba a mover delante de nuestros atónitos ojos. Héctor tenía quizás más miedo que yo, ya que al principio de la sesión se había burlado. A los pocos segundos, la lápida salió disparada y cayó al lado nuestro.
Jack Nort. Ese era el nombre del fallecido que estaba resurgiendo.
Un ser, medio devorado por los gusanos, salió del nicho. Era horrible, se movía lentamente, mientras la tierra se le caía de su cuerpo.
Héctor salió corriendo pero cayó al suelo, yo lo intenté levantar pero estaba inconsciente.
El muerto me decía:
“Ven, no huyas”
Yo me escondí entre los rincones del cementerio mientras sentía los pasos de un ser fallecido que se acercaba a mí. Mientras corría vi un nicho que aun no estaba tapado, por lo que me introduje dentro (era de los que están como en casas, no de los de bajo tierra). Me hallaba en un pequeño agujero metido con un ataúd, dónde dentro había un cadáver recién fallecido.
Pero tenía que soportar, tenía que ser fuerte. Aguante unas horas mientras esperaba…
Cuando salí, no había nadie. Me dispuse a huir cuando vi desde lejos a ese fantasma, la misma ropa… Cogí un palo que había y lleno de pánico le golpeé, no le miraba la cara, solo le golpeaba. Ese cadáver gritaba como un humano vivo aun, que miedo.
Cuando ya acabé con ese cuerpo, me fui pero la lápida de Jack estaba enfrente mía.
La miré con más tranquilidad.
“Jack Norst Johson
18-11-1945 falleció el 12-6-1979
No me lo podía creer, el 12-6-1979 era hoy. Del impacto caí desmayado.
Me desperté, estaba en la cárcel. Pregunté de que se me acusaba. Me contestaron:
“Ha matado a 3 amigos suyos cruelmente y a un hombre de 34 años llamado Jack Norst, el cuerpo de éste ultimo apareció destrozado por fuertes golpes.
No me lo podía creer, ¿Qué había pasado?
FÍN
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