2 historias....
1 ªhistoria: El empresario
Hay muchas leyendas urbanas, desde el enmascarado con la motosierra, hasta el cocodrilo asesino que te sale del water, de las cuales muy pocas son verdad, esta por ejemplo, es una de esas pocas. Cuenta la leyenda, de un empresario que gastó gran parte de su dinero haciendo un cuadro a tamaño real, con el marco de oro, en el que salía de pie, sonriendo. Semanas después de hacer el cuadro la empresa quebró, y los trabajadores se revolvieron contra el jefe, saquearon la fábrica, y la incendiaron.
El cuadro se lo llevó uno de ellos, que se suicidó disparándose en la bañera, con una carta que ponía: está aquí yo le robé su cuadro, el me robó la vida.
El repintado de nuevo sobre el lienzo, y transportado a una tienda de Madrid, donde algún desafortunado lo habrá comprado.
Pero esté donde esté, su esencia siempre es la misma, al acercarte a el, se eriza el vello de la nuca, y los sentidos se ponen alerta , esa noche va a ser, cuando el espíritu del empresario traicionado salga de su cuadro en busca de venganza.
2ª historia: El portero sin cabeza
Cuentan que en un bloque, hace unos años, trabajaba un portero llamado Leo. Trabajaba día tras día limpiando la escalera y sacando la basura de todos los vecinos. Veía que le pagaban muy poco y decidió pedir un aumento de sueldo, ante la negativa, Leo amenazó con irse, pero era ya mayor, tendría unos 45 o 46 años, y con esa edad no le aceptarían en ningún sitio.
Un día, los vecinos le dieron las quejas de que el ascensor no funcionaba correctamente, ya que las puertas se cerraban rápidamente al llegar al piso 4º. Dijo que eso lo debía arreglar el técnico pero los vecinos le dijeron que todo lo que se estropease dentro del edificio debía arreglarlo él.
Leo fue de mala gana a arreglar el ascensor, subió al piso 4º, puso unos ladrillos para que la puertas no se cerrasen y se puso a arreglarlo. Como no llevaban las gafas puestas le entró mareo y se tambaleó, entonces le dio una patada a los ladrillos, los quitó y las puertas se cerraron atrapando la cabeza de Leonardo, separándola del cuerpo.
Los vecinos se preguntaban donde estaría Leo, ya que llevaban 3 o 4 días sin verlo. Las dudas desparecieron cuando vieron rodar la cabeza de Leo rodar por las escaleras del 4º piso.
Dicen las personas que viven en ese bloque, que a veces se ve la cabeza de Leo rodando por las escaleras del 4º, y que el ascensor todavía no se ha arreglado.
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