ACTU ESPECIAL
Hoy una actualización especial sobre leyendas urbanas del Metro.
Barcelona:
» La estación de Rocafort es una estación bastante extraña ya que nadie quiere ir a trabajar allí.
¿Cuál es el motivo?
La cantidad de suicidios inexplicables que han sucedido, 4 personas perdieron la vida en los raíles, en 1 mes.
» Diversos jefes de Estación, que no se conocían, dijeron haber presenciado a través de las cámaras personas paseando por los andenes de una forma errática y aparentemente despreocupada, aunque… el último tren había pasado hacía tiempo y la estación estaba cerrada al público
» En otra ocasión un pasajero se acercó al Jefe de Estación y le preguntó con un extraño tono de voz cuándo iba a ser inaugurada la línea 2… Había sido inaugurada 7 años antes...
» Existió en tiempos una práctica muy extendida en Metro, consistente en subirse al techo de los vagones y disfrutar del subidón de tan peligroso viaje. Por supuesto, no tardaron en sucederse los terribles electrocutamientos que dejaron reducidos a cenizas a tan temerarios viajeros (había que estar locos para poder hacer eso). Algunos pasajeros y personal del Metro han comentado, con cierta ansiedad, haber visto sombras oscuras antropomorfas en lo alto de los convoyes que hacían su entrada en vía 2 en la estación de Plaza Catalunya (L1). En ese lugar habían fallecido dos personas hace tiempo.
» En línea 5, antes de Encants (nombre de una parada), existe una estación fantasma llamada Gaudí. Esta estación fue parte de un ambicioso proyecto turístico respectivo a la Sagrada Família (situada justo arriba) que por cuestiones financieras nunca se finalizó. Si uno se apoya en la ventanilla y hace hueco con las manos para oscurecer los reflejos, podrá ver dos andenes completos, con sus accesos, escaleras y carteles, aunque sumidos en una penumbra tenebrosa y llenos de cascotes y suciedad… Algunos podéis llegar incluso a ver personas esperando al metro con mirada ausente aunque todos los accesos hace décadas que se tapiaron.
Madrid:
» Dice la leyenda que si te sitúas en cualquier estación de la línea 5 del suburbano madrileño y dejas pasar los trenes, el décimo en pasar es el denominado tren embrujado. Al acercarse a la estación, en lugar de escuchar el estruendo propio del tren se oyen lamentos. Las luces se apagan en la estación y surge espectralmente un tren siniestro cuyos viajeros son almas en pena que vagan en la eternidad. No hay conductor. Sí entras dentro de ese fantasmal tren, es posible que nunca más vuelvas a ver la luz.
Fuentes:
-Margenmisantropo
-jordifresno
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