MIEDO A LA MUERTE :(

Ayer escuché a alguien decir que temía a la muerte, pero que no sabía que era la verdad del vivir.
Cuando me pidió opinión contesté:
Sólo sé una cosa en este mundo. Hay una regla que es verdadera, y de la que nada ni nadie en este planeta puede librarse: todo lo que nace tiene que morir.

Las montañas, objetos inanimados y sin vida, nacen de el choque de dos placas tectónicas en el desprendimiento de Pangea, y la erosión del viento las va disminuyendo a polvo, que a su vez se transforma en aire que termina siendo nada. Las sociedades se crean, evolucionan y sus mismos miembros las desmantelan. Y llegará un día en que ya no existan las sociedades porque habrán muerto, al igual que van muriendo las especies animales al disolverse las manadas.

Esa es la única verdad que puedo ver ahora, porque lo que estoy escribiendo ahora para mí está vivo sólo en el momento en que presiono la tecla de mi teclado, y muere en el momento en que dejo de hacerlo. Así como puede que en algún momento esté viva para ti porque las estás descifrando con tu visión, tu capacidad de razonar, identificar y pensar. (Todos somos capaces de eso) Pero puede que no sea la verdad que estés buscando, ni lo que entiendas por verdad. Tómatelo como una ley suprema indiscutible por un período de prueba tan largo como sigue avanzando desde el día en que se creó la Tierra. Por cierto, mientras estás leyendo esto, en un promedio de cada 5 palabras, hay algún ser vivo o no vivo que está confirmando lo que digo, y una niña está siendo violada en algún rincón del globo mientras tú, que tienes Internet en casa y sobretodo sabes qué es Internet, no estás allí para socorrerla; una especie se está extinguiendo porque alguien cree que matar a patadas es más limpio que dejar morir; alguien está siendo abandonado; otra persona está sufriendo una enfermedad dolorosísima que aún no tiene cura; y otros se suicidan ante esta frustración de vida.

Incluso tus células oculares que van muriendo y siendo reemplazadas por otras. Pero todas las células que componen tu cuerpo, en el momento de tu muerte harán su máximo esfuerzo por preservar un trocito de ti, incluso cuando estés descuartizado, colgando en el frigorífico de una carnicería o lo que esté a reventar de sangre sea tu propio interior.

Por eso no hay que temerle a la muerte, porque después de todo siempre nos llegará. Es más temible morir sin haber hecho eso que esperábamos, o por lo menos para lo que estuviéramos aquí. Y ahora dime, ¿sigues temiéndole a la Muerte?

La respuesta debe ser la misma que estás pensando ahora, porque no quiso contestar.