ESTRENO 7ª TEMPORADA
Tengo frio. ¿Dónde estoy? ¡No puedo moverme! Mis piernas y brazos... están... como entumecidos. Se ha apoderado de mi ser, tengo una sensación de abandono,noto como si una garra me estuviera sujetando todo el cuerpo. ! Ayuda... Por favor. Que alguien me ayude ¡!No... No está loco!! No sé lo que pasa. Socorro!!
Hace como dos días, yo me encontraba en el despacho de mi casa revisado unos papeles. La lluvia con ganas repicaba en los cristales de la ventana. ¡Que gozada, ver caer la lluvia! - me dije, pensando en el verano tan duro que hemos tenido.
De repente me quede helado. Una mujer, alta y esbelta avanzaba entre la cortina de agua. Iba sin paraguas,con la cabeza inclinada y las manos en los bolsillos. Por un momento, pensé - ¿A donde ira una chica tan linda a estas horas? Con la que esta cayendo...
Se fue acercando, cada vez más, hasta que estuvo lo suficiente cerca, que le vi bien el rostro.- Pero.. ¡No puede ser: Es ella! ¡Ha vuelto! Maria.. Maria!! - grité como un loco. ¡Tú... Pero si estás.. ¿cómo es posible? Pero sí yo mismo...
La mujer se para, casi toca con su cara el cristal. Y en su rostro blanco inexpresivo, se dibuja una sonrisa siniestra. Esa sonrisa dejó al descubierto una dentadura podrida. No pude más,solté un grito horrible que me desgarró la garganta, y me desmaye. Cuando me desperté era noche cerrada. Decidí que tenia que asegurarme,no era posible que Maria estuviese viva, yo la mate con mis propias manos apretando su cuello y luego la lleve a una finca,en el huerto de la finca cave la fosa. Y que conste que tuve mucho cuidado de disimular la tierra removida.
En menos de una hora, ya estaba en la finca. Cuando me acerque al huerto un temblor recorrió todo mi cuerpo. ! Dios mío, no puede ser, la fosa esta vacía. Como si Maria hubiera salido de ella ¡. Me entro un pánico terrible. Ya no sabia que hacer. De repente, una voz que me resulto familiar dijo. - ¡Antonio... ¿Por qué, Antonio..? ¿Por qué lo hiciste..? Dime Antonio...
María... - Dije con tono desesperado. - ¡Tú no quisiste el divorcio. No me dejaste alternativa! Entonces ella se acercó, vestida como siempre. Tenía una palidez fantasmal. Los pies no le llegaban al suelo,como si flotara. Me tendió los brazos diciéndome: Antonio, ven... abrázame por ultima vez. Como hipnotizado, avancé y me abracé, como nunca hasta ahora lo había hecho. Nos dimos un beso, largo y apasionado. Poco a poco fui entrando en un sopor, que fue dejándome como medio dormido y ya no recuerdo nada más.
Me encuentro en un lugar, lleno de barro. Y oscuro.
- ¿Qué oigo? ¡Voces! ¡Alguien se acerca! ¿Vendrán a socorrerme?
- ¡¡Oiga!! ¡Usted! ¿Qué hace ahí dentro? No ve que está dentro de una fosa, hombre de Dios?
- Pero... ¡Entonces no estoy muerto..! ¡¡Por favor, ayúdeme a salir de aquí!!
Una vez fuera, salí corriendo como un loco, gritando: !!María, te quiero!! ¡Vuelve a casa, María!!
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