En la vieja casa....
El viento azotaba las ventanas, fuerte. Suaves susurros de este entraban por las rendijas; ventanas viejas y de madera, lo típico en un caserón del siglo XV dónde todo era sumamente viejo.
Un grupo de adolescentes se encontraban en una habitación, una de esas habitaciones desiertas; o más bien, una de tantas.
Música, alcohol, estimulantes… Todo tirado por el suelo.
Un detalle se me olvidaba contar: el caserón hacia años que estaba abandonado por motivos de seguridad y precaución. La puerta del caserón contaba con dos puertas blindadas de hierro y un simple cerrojo en cada una; para que nadie pudiese entrar e incluso nada pudiese salir…
Las casas pobladas más cercanas a este, sus inquilinos contaban, como desde hacia años la música, los gritos y los roces de cuchillos se oían todos los viernes de cada mes, a medianoche, cuando la oscuridad bañaba completamente la aldea y la luna brillaba alta.
Nadie creía en eso, ya que sólo lo contaban dos personas mayores, que perfectamente podían ser los abuelos de los adolescentes que esa noche se atrevieron a entrar.
En aquella habitación la única luz que había era la que entraba por la ventana, y la de una pequeña hoguera situada en el centro de la habitación, prendida encima de una lámina de hierro.
La música bañaba el ambiente y las risas no distinguían de los gritos.
Algo extrañó sucedió.
La música dejo de sonar, la hoguera se apagó y un viento más frío de lo normal inundo la habitación.
Los jóvenes asustados, se situaron en una esquina de la habitación, todos ellos abrazados.
La puerta se abrió de golpe pero nada entró en la habitación.
Se miraron sin saber nada de lo que pasaba, uno de ellos empezó a gritar.
Todos se giraron y vieron como una fuerza espectral arrastraba a uno de sus amigos, como lo presionaba hasta la pared y como la piel se le levantaba suavemente, dejando al aire toda su carne. La sangre brotaba por sus poros, y su torso estallo en cuestión de segundos.
Los jóvenes aterrorizados empezaron a gritar, despavoridos, salieron al pasillo, se internaron por todos los laberintos hasta llegar a una conclusión: estaban perdidos.
Uno por uno fueron desapareciendo, los gritos de auxilio se oían por toda la casa. Ruidos de cadenas, voces siniestras y risas malévolas se oían en cada una de las habitaciones. Fuertes portazos, puertas chirriantes…
Si aquello era una broma, no tenía nada de gracia.
Cuando consiguieron encontrar la salida, sólo quedaba una joven.
Aterrorizada, llego a las puertas blindadas, la llave de los cerrojos la llevaba colgada a su muñeca pero no atinaba a encajarla.
Algo, hizo que se girara, aquella fuerza ya tenía forma, rostro, e incluso color.
Ese rostro le resultaba familiar.
Años antes, una de las integrantes de aquel grupo de adolescentes había pasado por esta historia, se la contó al grupo pero todos creyeron que estaba loca. La internaron en un psiquiátrico, hasta que la mataron con sedantes. Desde entonces su amiga se colaba en sus sueños, diciéndola que acabaría con todos hasta quedar sólo uno, y que pasaría por lo mismo que ella.
De pronto la puerta se abrió, salió corriendo gritando ayuda, pero no había nadie; nadie cercano que pudiese escuchar su voz de auxilio. Corrió hasta llegar a una carretera, cuando llego un coche se paró y la pregunto que qué era lo que pasaba; contó todo lo que había vivido, como era de esperar, no la creyó.
Llegó al pueblo y la internaron en el psiquiátrico en el que su amiga había estado.
Su habitación casualmente era en la se había hospedado su amiga y compañera, un número que daría que pensar: 666.
Se dice, que las voces y ruidos que se escuchan por la noche en el Viejo Caserón son los gritos de auxilio de todas las almas que allí están encerradas desde la primera fiesta nocturna que se hizo. Como nadie cree esta historia, no la creerá en un futuro, las almas de miles de adolescentes seguirán gritando pidiendo auxilio, mientras que “ella” va a seguir arrebatando la vida.
1 comentario
Tamy -
Bueno pos q ste blog sta dpm y bueno eso, que te escribire alguna historia, pero seran pocas porq procurare hacerlas largas y con buen contenido como la primera soease esta jajaja
enga killo a cuidarseee!