1 historia y una experiencia personal
Hacia ya un tiempo que él y ella se habían mudado. Pero por una cosa u otra, nunca habían podido coger sus cosas y llevarlas a la casa "nueva". Y él esperaba impaciente en el comedor, tamborileando en su antebrazo con dos dedos. Las siete y cuarto. Las siete y veinte. Las ocho. Y de repente, bang. Sonó el timbre. Lo primero que vio fue una pila de álbumes de fotos, roídos, verdosos, amarillentos. Y detrás, ella.
Ella le pidió ayuda, y él, vacilante, salió al rellano de la casa, a recoger dos bolsas enormes llenas de trastos. Ella le dijo que esa misma noche, tendrían que clasificar la mayor parte de las fotos. Él dijo que no le apetecía. Ella le dijo que lo hiciera por ella, que no le costaba nada. Y él accedió. Se sentaron en el suelo, y extendieron el primer álbum, corroído por el paso del tiempo, y pegajoso por el desgaste de la cola que llevaban detrás las fotos. Pusieron todas las instantáneas boca arriba. Todas amarilleaban y olían a húmedo. En ellas, las caras de familiares muertos ya hace años, miraban con ojos alegres, pero a la vez estáticos la cara de los que organizaban aquella vorágine de figuras, de instantes encerrados en un marco de papel. Él reparó en una foto. Dentro de ella, una anciana y un anciano, sonreían enigmáticamente. Y detrás de ellos, un niño. El niño, peinado hacia atrás, con camisa y con pantalones cortos, sonreía de oreja a oreja. Tenía un cascabel en la mano derecha, y con la izquierda hurgaba en su bolsillo. Él le preguntó a ella que quien era. Ella preguntó que a quien se refería, y miró la fotografía. Él fue a indicarle con un dedo, pero la figura del niño ya no estaba en la foto. Ella dijo que él tenía mala cara, que le traería un vaso de agua. Ella se levantó. Él se frotó los ojos, y cogió otra foto. Él miró el reverso, y vio una fecha escrita; "25 Febrero 1873". Ella volvió, con su vaso de agua, al mismo tiempo que él giraba la fotografía. El niño volvía a estar ahí. Seguía con su cascabel, y su mano dentro del bolsillo. Él buscó la foto anterior, y miró el reverso. "25 Febrero 1895". ¿Cómo era posible que un niño siguiese siendo niño habiendo pasado casi 80 años entre una foto y otra? De todas formas, él cogió otra foto. Ésta era de sus últimas vacaciones con ella. Estaban abrazados, delante de un fondo montañoso. Y el niño estaba ahí. Él ahogó un grito, y soltó la foto repentinamente. Estaba caliente. Ella le dijo que si se encontraba bien, y él respondió que dolorido. Ella se ofreció para llevarle un analgésico, y él aceptó. Él se quedó solo nuevamente. Y oyó un cascabel. Él pronunció el nombre de ella. Pero ella no contestó. El ruido del cascabel, era más potente cada vez, llegando a convertirse en un estruendo. Él cogió de nuevo la foto, y la miró. Ya no había ningún niño a su lado. Pero a él le faltaba media cara. Sangraba profusamente, y el líquido rojo salpicaba su ropa. Levantó la vista, y lo último que vio, fue al niño, jugando con el cascabel, y sosteniendo un hacha con la otra mano. Y cuando terminó, dejó el hacha en el suelo, y siguió jugando con su cascabelito.
EXPERIENCIA PERSONAL:
Enviada por sin nombre, de Murcia
Mi historia es breve y seguro que le ha pasado a muchos, pero la mía es realidad, y si no me creen es su problema.
Mi padre falleció cuando tenía 12 años, un cáncer lo fulminó, y vivimos 4 meses de tortura con quimioterapia y tal…
Él siempre se ponía detrás mía en mi habitación mientras estaba en el ordenador, me hablaba y me decía por mi nombre y lo mucho que me quería, hasta el día antes de su muerte, estuvo conmigo en la silla de atrás…..
Al cabo de un tiempo después de su muerte, empecé a notar como alguien me tocaba el brazo con una mano fría, más bien helada.
Yo me asustaba, pensaba que me lo creaba, pero empecé a coger miedo, encima también empecé a notar que me miraban desde el asiento donde mi padre se sentaba..
Ya ni me ponía al ordenador, estaba como se dice cagado, hasta un día que mientras estaba en mi habitación oí la voz de mi padre que me decía: -Tranquilo cariño ,solo te veo y te cuido, no me tengas miedo-
Desde ese día, siempre lo noto que me toca y me observa, y yo estoy contento de ello.
Creo que ahora mismo está al lado mia…..
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