FIN DE LA HISTORIA

Te has salido con la tuya esta vez. Me has engañado, has tomado de mí lo que necesitabas sin darme nada a cambio. Y te dejaré marchar, pero antes… Deberás hacer algo por mí… Porque me amas, ¿no es así? Lo veo en tu corazón. Ese amor que sientes por mí…

Después, Helena escuchó sólo el silencio… O eso creía ella.

Lo que había empezado como un ligero murmullo acabó convirtiéndose en un grito desgarrador. Helena no se daba cuenta, pero tal eran sus gritos que el resto de los vecinos, alertados por el ruido, se agolparon frente a su puerta.

Después de eso… Nada… El silencio otra vez… Hasta que un vecino, de una patada, echó la puerta abajo, y entró en el apartamento… Y entonces lo vieron…
Helena yacía en el suelo, con el tórax completamente abierto, y, a su lado, un corazón en apariencia humano… prácticamente irreconocible. Negro y duro como una piedra, el corazón de la propia Helena, atravesado por un cuchillo.


Cuenta la historia que aquel apartamento albergaba algo sobrenatural. Los vecinos aseguran que, algunas noches sin luna, se puede escuchar el llanto de un bebé… Un recién nacido que llora desconsoladamente, solo en la noche…

Los que recuerdan aquel “episodio”, afirman que Helena, en un momento de locura, se arrancó el corazón, según ellos, por un desengaño amoroso. Aunque nadie sabe que lo que realmente ocurrió fue que la pobre muchacha, haciendo acopio de fuerzas, en el último aliento se lo extirpó. Sólo para convencerse de que aquello que había sentido, no era amor…

El apartamento nunca más volvió a ser ocupado.


FINAL